"PIES SOBRE LAS MESAS. YA NO BASTA CON REPETIR Y VOMITAR". JESÚS HERNÁNDEZ

viernes, 23 de septiembre de 2011

Dándole vueltas al "cómo"

Ayer salí de clase con la sensación de que puede que me esté equivocando en mis planteamientos docentes.

Ya he comentado que tengo unos alumnos muy "domesticados". Es un gozo dar clase "normal" a una promoción así, y la mañana discurría sosegadamente explicando y corrigiendo la descomposición de números, las partes de la célula...

¡Señores, yo me aburría soberanamente!,

pero siempre me digo que ellos deben saber ese tipo de cosas, que son precisamente las que les van a preguntar cuando vayan a la ESO, y que, en este caso, que yo me aburra o me deje de aburrir es totalmente irrelevante.

Así que cumplí con mi cometido oficial y cuando faltaban 20 minutos para terminar la jornada, decidí que nos habíamos ganado un rato de felicidad juntos. Paramos y abrí la agenda. Pregunté cómo podía hacerles fotos sin que saliera su cara porque aún no tengo los permisos de sus padres, y hacer un montaje con ellas y el libro que estábamos leyendo. Alguien dijo: "El libro será nuestra cara", otro: "Vale, pero habrá que cambiar de postura para que no salga todo igual". Yo: "Pensad dos minutos, no tenemos más tiempo, mientras saco la cámara".

Después, por orden de lista (como no siga ciertos esquemas fijos, se me pierden) los fotografié con la postura elegida por cada uno.

"¿Qué música ponemos, tenéis alguna preferida para este caso?" les pregunté.

"De fútbol, la de David Bisbal" dijo Diego (consenso total).


Dicho así, parece fácil, pero no lo fue. Yo tenía unos minutos antes a unos alumnos callados que escribían y corregían como posesos. Los 20 minutos siguientes no fueron nada tranquilos. Es más, la puerta de la clase estaba abierta porque en la provincia de Alicante todavía hace muchísimo calor. Una compañera pasó por el pasillo y creí percibir una mirada de reprobación (en ese momento no había silencio precisamente, y yo le hacía una foto a una niña tirada en el suelo con un libro en la cabeza, mientras los demás preparaban sus posturas). Otro niño me había preguntado si podía subir los pies a la mesa (como en el Oeste) para leer el libro. Cuando le dije que, naturalmente, noté sorpresa en su mirada.





Mi compañera, mi alumno... Así que pensé: "Puede que la equivocada sea yo".

Llegué a casa con una sensación de disgusto interior. ¿Por qué no se puede tener todo? ¿Por qué no se puede hacer ese tipo de cosas sin que se te desmadre una clase de veintiún alumnos?


Y en ello estoy, dando vueltas al cómo, porque el porqué y el para qué lo tengo claro (¡todavía y a pesar de los pesares!).

martes, 20 de septiembre de 2011

Sobre equipos de trabajo e intimidades varias

Llevo ya un poco más de una semana de clase. Unos buenos días de clase. Tengo demasiados alumnos, 21, pero eso me ha obligado a un cambio logístico, ¡ya no los puedo poner individualmente! ¡No caben! Así que he tenido que hacer equipos de 4 miembros. Hasta ahora, ponerlos en mesas individuales tenía su razón de ser. Ellos trabajaban autónomamente mientras que yo me encargaba del equipo que iba a trabajar en el ordenador. Me servía que estuvieran solos, hablaban menos y no interferían en el "otro trabajo".
Ahora, tendré que arreglármelas con la clase por equipos, con lo cual el planteamiento será distinto. Tendré que dejar bajo su responsabilidad el control de la clase, que ya no dependerá de que estén solos en sus pupitres. Todavía no he empezado a trabajar así, pero tengo el presentimiento de que funcionará por la sencilla razón de que saben que debemos sacar adelante trabajo importante en el blog.

Pero hay otra razón: son unos chicos muy disciplinados. Son de los que dicen ¿sólo esto de deberes? ¿Pero no nos tenemos que aprender de memoria lo de Conocimiento del Medio? ¿Cuándo vamos a hacer exámenes?
¿Me podéis creer si os digo que me están agobiando un poco?
Es muy, pero que muy tentador, dejar que las cosas sigan su curso; si ya están así de entrenados, de obedientes, si ya llevan sus anteojeras puestas, ¿por qué meterme en líos? Es tan cómodo llegar, sentarte a tu mesa, pontificar un rato y luego callar y observar desde tu púlpito cómo reproducen palabra por palabra lo que acaban de escuchar. Hay quién pone música clásica a eso, dicen que les relaja...¿todavía más? Si ya parecen muertos...




Sé que poco a poco iré cambiando todo eso. Cada día me propongo no intimar mucho con ellos, mantener distancias, hablar menos...pero sé que fracasaré, que volveré por mis fueros y terminarán siendo imprescindibles para mí, como lo han sido todos los que han pasado por mis clases y lo serán los que vengan. Porque, pongámonos cursis, son "mi alimento para el alma", lo que hace que salga lo mejor que llevo dentro... y claro, ¡si nos escondemos unos de otros, eso no es posible!

Escrito mientras hago la cena, escucho las recomendaciones de mi marido que entra a cada momento con nuevas orientaciones para mi hija, universitaria reciente, y pongo un poco de ungüento en los miedos de esa misma hija para que mañana vaya más animada a su lugar de estudio, donde por cierto reproducen el mismo paradigma educativo de cuando yo estudiaba ¡y ya ha llovido desde entonces!

domingo, 11 de septiembre de 2011

El primer día

Antes de recibir a mi nueva promoción de Blogmaníacos me encuentro expectante. ¿Cómo serán? ¿Me gustarán? ¿Les gustaré?

Todas estas ideas rondan por mi cabeza todo el día y sé que esta noche me costará dormir. Tengo la ropa que me voy a poner planchada, el libro que les voy a empezar a leer preparado, la cámara de fotos en el bolso, la agenda con el día 12 de septiembre llenito, llenito, una firme intención de no faltarles al respeto nunca, y de ofrecerles lo mejor que sepa hacer en cada momento

Es difícil superar a las dos promociones anteriores. La primera me acompañó en el viaje a lo desconocido que iniciamos en septiembre de 2008. Nunca los olvidaré, ¡viví con ellos tantas primeras veces!



Primera promoción de "Blogmaníacos"


La segunda me enseñó tanto en todos los sentidos, que creo que mi carrera profesional tiene un antes y un después de ellos.




Segunda promoción de "Blogmaníacos"


Es complicado el trabajo del docente como no te distancies un poco. Lo mismo dicen los médicos y los enfermeros; no hay que implicarse demasiado porque se sufre.


Eso es cierto, pero falta la otra parte. Si no te implicas, tampoco disfrutas, así que yo, como soy más bien egoísta...

Estoy implicada en el día de mañana hasta las cejas. Creo que hace más de un mes que tengo preparados los dos primeros días de clase. Ya sabéis, aún no tienen los libros, las libretas, más de uno llegará mañana sin ni siquiera un lápiz (contingencia que ya tengo prevista, con varios en el cajón), estarán nerviosos porque no me conocen, algunos espantados, otros intentando pasar de todo y que les rebale para que no les haga daño, algunos con alegría...pero todos ellos, espero que con, ¡curiosidad!

Recordadme con la siguiente promoción que pida los permisos de imagen en junio (copiado de ti, Mercedes). Ahora aún no los tengo, así que grabaré mañana, ¡vaya si grabaré! pero no lo podré subir para que los veáis hasta tener la reunión de padres y sus previsibles permisos.

Me imagino sus caras de sorpresa cuando vean que mi cámara me acompaña a todas partes, creo que se sentirán importantes, esa es la primera sensación. Cuando estén en sexto, ya vendrán con aquello de:"Conchita, no me grabes hoy que no llevo bien el pelo..." Pero, de momento, mañana me pienso poner las botas...

¿Queréis saber una cosa? A final del curso pasado, ya presumían por los pasillos de que iban a ser los próximos "Blogmaníacos". Así que ahora a mí no me pueden fallar las fuerzas, ¿qué hago yo con unos niños tan predispuestos? Esa motivación, esa energía, si se mide o se pesa, debe de dar una magnitud importante.

Creo que tienen la sensación de que en clase van a pasar cosas importantes ¡y vaya que voy a procurar que estén en lo cierto!

Empezamos

Mercedes Ruiz Casas, esa maestra de infantil con la que me topé gracias a un pingüino, y con la que luego me fui a Japón...




...me sigue enredando en su tela de araña en la que yo gustosamente me ovillo.



Cree que sería adecuado abrir este blog, y yo le hago caso: con las mentes iluminadas o en estado de gracia, vale más no discutir.
Os dejo sus palabras exactas:
"Wapa mía...no me olvidé de esa prueba que me enviaste que te gustaba y que serviría para el blog de tesis.

¡¡¡¡¡¡Ha llegado tu momento!!!!!

Ahora empiezas un blog en el que te sientas como en tu piel.
Ya sabes, escribe lo que te emocione y empezarás por la comunicación y los sentimientos que te ha ido provocando lo que te he pedido, lo que he compartido contigo, el resultado final, tus ganas de saber lo que opinará el director de tesis ...

2.- Habla de tu "antes de recibir a la nueva promción" y de cómo te sientes y cómo crees que lo abordarás

3.- Luego cuenta lo que te ha sucedido y tus emociones tras el primer día... es un día importante que registrar y a partír de ahí... tú misma... tu diario, tu espejo, tu compañero de aventuras... como tu piel.