"PIES SOBRE LAS MESAS. YA NO BASTA CON REPETIR Y VOMITAR". JESÚS HERNÁNDEZ

jueves, 14 de febrero de 2013

Bajas

Dos embarazos y dos hernias discales; esas son las bajas que he tenido en más de 35 años de trabajo.
Ahora estoy en la última de ellas, espero que por poco tiempo...
Entre mi baja, de ¡un curso entero!, de mi primera hernia y esta otra han ocurrido muchas cosas.
Era el 2006 cuando un dolor paralizante me tuvo de peregrinaje de hospital en hospital y de rehabilitación en rehabilitación varios meses. Yo formaba parte entonces del equipo directivo, más por afinidad y amistad que por convencimiento, ya que nunca me ha gustado dirigir nada, y además no estaba preparada para ello.
Resulta que todo el trabajo pasaba por el ordenador (añado, el trabajo burocrático tampoco me va, no soy ordenada, cuadriculada, meticulosa... ¡nada de eso!). Yo, por aquel entonces, apenas sabía abrir un documento de word. Todo ese mundo me parecía lejano a la parte que a mí me gustaba de la educación, el contacto con mis alumnos/as, la emoción que esto te produce, la creatividad que puede surgir de la unión de un grupo...¡en fin, ya me comprendéis, una, que no sabe ver el progreso cuando lo tiene delante!
El caso es que había ido aparcando el tema hasta que verdaderamente surgió la necesidad, que supongo que es el motor de los cambios, sea una necesidad real, como fue en este caso, sea una necesidad que tú te creas en tu interior, no menos real por eso.
Y...empecé a enfrentarme a la informática: tablas, documentos, contabilidad,...Debo una estatua en alguna parte, a la paciencia de mi compañero Juan, que me enseñó (y me enseña) todo lo que sé al respecto.
Pasé un verano en la playa practicando y practicando...
Cuando volví pude enfrentarme al cargo con más o menos garantías. Poco más de un año después, tuve mi primera baja por hernia discal.
Después de la impotencia de las primeras semanas, me agarré a esta tabla de salvación: ¡si no podía hacer otra cosa, me dedicaría a perfeccionar mi asignatura pendiente, la informática!
Me entregué a ello con ardor, los dolores se me olvidaban a ratos.
Mi hijo hacía entonces un curso online de la Universidad de Alicante sobre blogs. Me lo recomendó... A partir de ahí algo cambió en mi forma de enseñar. Intentaré aclarar qué...
Descubrí con asombro una nueva manera de comunicarse con el mundo, de recibir generosamente lo que otros habían hecho e investigado. Recuerdo que esto último era lo que más me impresionaba, ¡todo era gratis, la gente lo ponía a disposición de todos por nada! ¡Compartir...!, esta filosofía de la web 2.0 me desarmó completamente, ¡pero si en la universidad, y después en el trabajo, guardamos todo en un cajón para que no se lo copien los compañeros! Descubrí que yo no estaba en posesión de la verdad en ninguno de los campos en los que me movía, ¡había tantas verdades y tan hermosas a mi disposicón en la red!
Hice cursos online para ponerme un poco al día. Los recuerdo con horror, ¡qué de dudas, yo sola, de baja en casa, sin nadie a quién preguntar...! Pero fui aprendiendo por ensayo y error. Bueno, he aprendido lo básico para que mi alumnado y yo expresemos lo que queremos, sigo envidiando a la gente que tiene soltura con el tema, sé que yo nunca la tendré. Puedo vivir con eso, aceptar nuestras limitaciones es parte de la maduración del ser humano.
Así que cuando llegó septiembre de 2008, yo ya tenía en mente el proyecto "Blogmaníacos", y después de hablar con los chicos/as y sus familias, lo pusimos en marcha y... seguimos hasta hoy.
Blogmaníacos, 1ª generación
Por lo tanto, podemos decir que ese año de baja me dio el tiempo necesario para poder aprender este mundo. No creo que eso hubiera sido posible manteniendo mi ritmo de trabajo en clase y en casa. Tengo amigas y compañeras de mi edad, y más jóvenes, que no lo han conseguido, lo han dejado por imposible, dicen que hay tanto que aprender que no se sienten capaces...Yo les digo que verdaderamente no saben lo que se pierden, les insisto, les he creado algunos blogs, ... pero sé que simplemente NO SIENTEN LA NECESIDAD, o no son tan impresionables como yo, no sé...
Mi primera baja la viví aislada, mi ordenador y yo, yo y mi ordenador,...estudiaba y estudiaba, nada más. Y ¡nada menos! Iba descubriendo maravillas, nuevas maneras de hacer las cosas, la forma en que pegabas una serie de caracteres y milagrosamente salía un vídeo en tu entrada de blog, ¡brujería, anatema,...jajaja! Poco más o menos, eso era lo que pensaba...
Después, pude dar forma y dedicarme bastante al proyecto porque cuidaba durante muchas horas a mi madre enferma y me instalé a su lado con el portátil. ¡Mi madre, a los 90 años, me ayudaba, como siempre, hasta sin saberlo...!
Blogmaníacos, 2ª generación

¿Qué ha sucedido en estos 6 años entre una baja y otra? Todo lo que he ido explicando más arriba, y además...
Lo primero es que yo viví aislada mi año de baja, ahora recibo correos de mis chicos/as, me mandan materiales que teníamos pendientes, les escribo en el blog recomendaciones de comportamiento... No he perdido el contacto con ellos, incluso el profesor de teatro me manda las fotos y vídeos de sus clases y, cuando puedo, las publico desde casa. Eso es un gran cambio en la manera de enseñar.

CORREO DE LA DELEGADA DE CLASE:
Paula Perez Vegara


para 
Nunca has estado tanto tiempo fuera ( o por lo menos mientras yo he sido delegada ) Nosotros intentaremos tirar de la clase lo mejor posible ..Y aunque sé que hay algunos que no nos van a obedecer ,, haremos lo que esté en nuestras manos,,, ¿hago fotos en las clases de Pedro Luis? Un besazo, la delegada !

CORREO DEL SUBDELEGADO DE CLASE: 

Carlos Hernández


para 
Conchita no te preocupes que nosotros nos encargamos, y mejórate 
Una pregunta, 
¿quien es la junta directiva??

MI CONTESTACIÓN:
Blogmaníacos Unidos <blogmaniacos08@gmail.com>


para Carlos
Hola, Carlos:

No se llama la Junta Directiva, eso es en el fútbol 

En un cole es El Equipo Directivo, y está formado por la Directora, que es Pilar, el jefe de estudios, que es Juan, y la secretaria, que es Rosa. A cualquiera de ellos debes recurrir si hay problemas en clase.

Espero que no te lo pongan difícil en clase tus compañeros/as.

Besos.
Conchita

OTROS CORREOS: 
Antonio Granero


para 

Conchita, ¿cómo estás? ¿estás mejor?
Espero que te recuperes pronto porque para nosotros eres uno de los nuestros.
Es como una cadena que se va formando con la amistad pero ya nos falta un
trozo de cadena y eso trozo lo estamos esperando con todas la puertas abiertas.
Te queremos y te esperamos. Un abrazo y un beso, te queremos.

Andrea Martínez


para 

Espero que te mejores y aquí tienes el fotomontaje con el nombre. 
Bessossss

Isabel Bas
12 feb (hace 2 días)
para
-- Hola Conchita ¿cómo estás?
¿tú vienes el lunes ? Te echo de menos

Isabel Bas
21:26 (hace 13 horas)
para
Vale, pero las profesoras dicen que van a pasar a ponernos partes porque nos hemos desmadrado.
Bueno, que te mejoress

CORREO DEL BIBLIOTECARIO/PROFESOR DE TEATRO:
Pedro Luis Martínez


para 
Buenas tardes, Conchita, deseo que te encuentres, al menos, aceptablemente bien, dentro de lo que cabe.

Te voy a dejar mis impresiones sobre la sesión de hoy con tu curso. 
.............................................................................
Pretendo empezar con el guión en mi siguiente sesión.

La cámara de fotos del cole tenía la tarjeta de memoria llena, pero hemos empleado la mía. Las fotos y vídeos están copiados en el ordenador de la directora. Yo, si puedo, te enviaré luego alguna foto desde casa.

CORREO DEL JEFE DE ESTUDIOS:
Juan Velasco


para 
Conchita, Paula hoy Ha grabado 1 vídeo y una foto por lo que veo. La foto te la puedo enviar por correo, pero el video son ciento y pico megas. Te lo tendrá que acercar Josefina en un pen cuando pueda.
Espero que estés mucho mejor.
Un saludo y un abrazo grandote.

Y, por supuesto, sigo aprendiendo, informándome, cogiendo nuevas ideas de los compañeros/as de la red, compartiendo lo poco que hacemos, abriéndonos al mundo en definitiva, lo que en un colegio rural de un pueblo de 1500 habitantes, no es nada desdeñable.

Blogmaníacos, 3ª generación

















lunes, 11 de febrero de 2013

De Evaluaciones y otras confusiones...

Cada día me examino delante de mis alumnos/as. No descubro nada nuevo con esto. Cada vez que entro en clase y observo sus caras expectantes esperando que entre todos marquemos la hoja de ruta del día, sé que están evaluándome. 
La diferencia cuando yo los evalúo a ellos estriba en que mis chicos/as suelen ser mucho más sutiles, y más piadosos, eso siempre.
Nunca se les ocurre decir la nota que me ponen en voz alta. Cuando comprendí eso, ¡hace ya tanto tiempo...!, decidí que no cometería nunca más esa crueldad, ese juicio final en el que desde tu mesa/púlpito de profesora pasas lista y dices la nota de cada uno ¡EN PÚBLICO!
Y, como dicen que hará Dios, pones a tu derecha a los elegidos que mejor se adaptan al sistema, y relegas a tu izquierda (¡vaya metáfora, por cierto!) a los pobres, tullidos, incapaces de absorber tus enseñanzas al pie de la letra.
Me pregunto en qué espejo los mirará para posicionarlos...

¿En este?


¿En este otro, quizás?

¿Qué aporta eso al proceso de enseñanza-aprendizaje? ¿Crees sinceramente que avergonzar a un chico/a delante de los demás, actuará como revulsivo para mejorar su rendimiento en la siguiente ocasión?... Aunque así fuera, ¡qué pobre motivación sería esa!

No os voy a engañar: hago exámenes. Sólo de Lengua y Matemáticas, pero los hago. He llegado a esa decisión salomónica para tranquilizar mi conciencia, y para tranquilizar a las familias.
Mi conciencia: ¿Y si soy yo la equivocada y es así como hay que enseñar? ¿Qué pasa si no los acostumbro y llegan al siguiente tramo de la enseñanza y se dan de bruces por falta de práctica
Las familias: Como decía un padre "Todo eso está muy bien (refieriéndose al blog, a los proyectos...), pero si mi hijo/a quiere ser arquitecto, tendrá que saber muchas matemáticas". 
Según la manera en la que a mí me apetecería enseñar, ¿podré conseguir una secuenciación correcta de TODO lo que tiene que saber un alumno/a para abordar la carrera de arquitectura con ciertas garantías de éxito?
Lo más complicado es que las madres/padres necesitan algunos parámetros objetivos para constatar el avance de sus hijos/as, y... hay cosas que no se pueden medir, y... falta preparación para ver la importancia de, precisamente ese tipo de cosas que hacen que sus retoños maduren, crezcan interiormente y puedan afrontar los desafíos que se les van a presentar día tras día, sea un sesudo control de análisis sintáctico de oraciones, o cómo decidir qué tipo de persona quieren ser e ir avanzando en esa dirección.
Así que...nado entre dos aguas...¡qué le vamos a hacer...!

Los que sí te evalúan correctamente, puntuando los items adecuados, son los alumnos/as.
Ellos/as notan enseguida si:
- Vas a clase cada día con ganas.
- Si dejas tus problemas privados fuera del aula.
- Si no arrojas sobre ellos/as tus frustraciones personales.
- Si haces lo que quieres hacer en la vida o este trabajo es un sucedáneo para sobrevivir.
- Si te importa verdaderamente que aprendan; en el sentido amplio de la palabra (ese aprendizaje continuo, ubícuo, líquido, de por vida, emocional, conceptual también, cómo no!...).

Yo diría que este último item es el que te da la nota definitiva, la que pasa al acta de final de curso. La que les enseña que la vida debe tener un objetivo.
Yo hace tiempo consideré (vida privada aparte) que el objetivo del trabajo que había elegido, y por eso lo había elegido, sería IGUALAR a través de la formación. Es prioritario para mí fomentar dentro de mis posibilidades la igualdad de oportunidades entre mis alumnos/as. No para que consigan el trabajo mejor remunerado, sino para que sean personas válidas para la sociedad, honradas, que piensen por sí mismos y no traguen indiscriminadamente todo lo que les ofrecen.
En eso, unos días creo acertar, otros, estoy lejos...Espero que mis alumnos/as tengan en cuenta la buena intención, los esfuerzos, y no sean muy duros en sus calificaciones diarias.
¿Les tengo en cuenta eso yo a ellos/as?
¡Ah, el camino de la enseñanza es duro!, pero en él yo sigo buscando y disfrutando mi Ítaca particular...como decía Konstantínos Kaváfis...

ÍTACA


Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.


Verdaderamente puedo decir que mi alumnado me está regalando un HERMOSO VIAJE (y yo, evaluándolos cada dos temas...¡si es que...!).

jueves, 7 de febrero de 2013

Segundas veces

"Todo tiene una primera vez". He aquí una frase que cae por su propio peso.
"Algunas cosas tienen una segunda vez". Esto ya no es de lógica, es de probabilidad, y a veces, escasa.
En mi trayectoria como maestra he vivido muchas primeras veces, afortunadamente. Trabajar con niños/as te procura un acercamiento a esa mirada limpia que lo ve todo por primera vez. Se llama, creo, la pedagogía del asombro y es el motor de la motivación.
Yo no lo sabía, pero buscaba eso cuando me hice maestra: la mirada virgen ante la vida que tienen los niños,  el admirarse ante lo que es pero podría haber sido de otra manera, el enfoque creativo.
Nunca me ha defraudado mi profesión, ahora sé que no podría haber trabajado satisfactoriamente en otra cosa.
Pero...
Recientemente he comprobado que las segundas partes, quiero decir veces, también son extraordinarias como enseñanzas de vida que recibo de mi alumnado.

Hace dos cursos tuve una promoción difícil, pero de las que dejan huella, si es que alguna no la deja...
Pues bien, he necesitado volver a contactar con ellos. Teníamos que cumplir un encargo que se nos había encomendado. Las familias nos han servido otra vez como puente de enlace. A través de ellas, que llevan a otros hijos al colegio, cité al que para mí era el cabecilla del grupo. Acudió en el mismo día. Esa fue la primera sorpresa; cuando era mi alumno había que pedirle las cosas varias veces.
Le planteé lo que se necesitaba de nosotros, de los Blogmaníacos de la segunda generación. Asumió el liderazgo inmediatamente: -"Déjamelo a mí, Conchita, que yo me encargo de contactar con todos y explicarles la situación".
"Contactar con todos", esa frase denota espíritu de equipo. "Blogmaníacos, 2ª generación" seguía siendo una piña aun cuando varios de sus componentes se han separado en distintas clases de secundaria, e incluso en distintos centros.
Blogmaníacos 2ª generación en el preestreno de "También la lluvia"

En una semana lo organizó todo y los trajo a clase un viernes por la tarde cuando para ellos ya no era lectivo.
Me emocioné al verlos entrar. Todos/as dispuestos/as a hacer algo juntos para ayudar a la Seño, y a otra persona a la que quieren mucho...
Me contaron sus cuitas: -"¡Qué diferente es el instituto a esto!" -"¡Cómo echamos de menos Blogmaníacos!"
Me explicaban aspectos de sus nuevas clases y, creedlo, llegué a decir: -"¿Pero qué han hecho con vosotros?"
El tema de la enseñanza en secundaria, con honrosísimas excepciones, es un tema para tratar aparte, pero no es ese el objetivo de esta reflexión... Supongo que lo mismo dirían los de Infantil respecto a los de Primaria... C´est la vie! que dirían los franceses.

Cuando encendí mi cámara y volví a grabarlos, como tantas veces he hecho, volví a reconocerlos en todo su genio y figura. Unos hablaban sobre la marcha, las palabras les salían solas...Otros escribían primero en mi mesa el mensaje que querían transmitir...Todos lo hicieron estupendamente, faltaría más. 
Y yo pensaba que algo debía de quedarles de nuestros dos años de camino juntos. No sé si aprendieron más o menos matemáticas, o lengua, o..., pero estaba claro que aprendieron a ser grupo, a tener objetivos comunes, a valorar las mismas cosas, a agradecer a los que virtualmente les ayudaron en su recorrido por la red y por la vida.

Yo dudo de que esas cosas se puedan medir en el informe PISA de turno; lo que pone en entredicho su supuesta utilidad para mejorar la educación (simple instrucción para ellos). Si cosas tan importantes como ésta no pueden ser evaluadas, pesadas, medidas y percentilizadas, ¿qué sentido tiene intentarlo con todo lo demás?
No necesito un ranking para guiarme. En primer lugar porque los obstáculos que tenemos que salvar en nuestro camino hacia la madurez como personas no coinciden para nada con los de PISA; en segundo lugar, porque como dijo Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mis circunstancias" , y dada esa premisa incontestable, elaborar esos informes de criterios homogéneos es tan simplista que me produce sonrojo pedagógico, como diría una muy buena amiga mía.